Yo estuve allí. Festival de Coachella, hace tiempo ya hablé de él, en esta ocasión sólo quiero dejar constancia de uno de los mejores momentos que pude vivir durante aquellos tres días de cerveza, calor, ayuno, coche (no preguntéis por qué), pero sobre todo, música.
Situación: Actuación de Red Hot Chilli Peppers, parón de rigor para que los tíos se bebieran unos 'toros rojos', se empolvaran la nariz, o vieran un capitulo de Felix Rodriguez de la Fuente, sinceramente, me la suda. En el escenario él, solo; él y su 'stratocaster', solos; él, su 'stratocaster' y todos nuestros corazones, solos.
Existen muchas maneras de hacer el amor, aunque la mayoría de la gente sólo cree que conoce una, pero existen otras muchas maneras de fundirte con alguien. John Frusciante hizo el amor con su guitarra ante nuestra atenta mirada, es más, nos hizo el amor a todos nosotros sin nisiquiera tocarnos, sin nisiquiera mirarnos, sin nisiquiera conocernos.
Yo también sujetaba mi cámara intentando grabar el momento que también vosotros, aunque en un vídeo de mala calidad, vais a poder disfrutar, porque aunque os parezca absurdo, sólo por el simple hecho de leer estas líneas, os quiero, te quiero. Sobra decir que el vídeo que cuelgo no es el mío, porque aquí un servidor tuvo que apagar la camara al darse cuenta de que los ojos se llenaban de lágrimas y mi objetivo no grababa otra cosa que la nuca del armario de delante...
Es el poder de la música, lo mejor de la vida.
Situación: Actuación de Red Hot Chilli Peppers, parón de rigor para que los tíos se bebieran unos 'toros rojos', se empolvaran la nariz, o vieran un capitulo de Felix Rodriguez de la Fuente, sinceramente, me la suda. En el escenario él, solo; él y su 'stratocaster', solos; él, su 'stratocaster' y todos nuestros corazones, solos.
Existen muchas maneras de hacer el amor, aunque la mayoría de la gente sólo cree que conoce una, pero existen otras muchas maneras de fundirte con alguien. John Frusciante hizo el amor con su guitarra ante nuestra atenta mirada, es más, nos hizo el amor a todos nosotros sin nisiquiera tocarnos, sin nisiquiera mirarnos, sin nisiquiera conocernos.
Yo también sujetaba mi cámara intentando grabar el momento que también vosotros, aunque en un vídeo de mala calidad, vais a poder disfrutar, porque aunque os parezca absurdo, sólo por el simple hecho de leer estas líneas, os quiero, te quiero. Sobra decir que el vídeo que cuelgo no es el mío, porque aquí un servidor tuvo que apagar la camara al darse cuenta de que los ojos se llenaban de lágrimas y mi objetivo no grababa otra cosa que la nuca del armario de delante...
Es el poder de la música, lo mejor de la vida.
Casi se me olvida. Songbird by John Frusciante, cover de Fleetwood Mac.