sábado, 12 de mayo de 2007

'LMU'

Hoy ha sido la última vez que me he despertado en la Loyola Marymount University. Era y soy muy consciente de ello, mi cuerpo también. Después de haberme metido a la cama después de la una de la madrugada, algo dentro de mí me ha dicho que tenía que despertarme suficientemente pronto como para disfrutar por última vez del lugar en el que hemos vivido los últimos 4 meses; por eso, a las 6:03 minutos de la mañana he abierto los ojos. Ha sido uno de esos despertares en los que te levantas muy activo, con ganas de hacer muchas cosas, y nada cansado. Por eso, y porque este ha sido mi último despertar aquí he ido como Unai y yo cada mañana íbamos, al gimnasio. He hecho ejercicio durante un tiempo y he vuelto al apartamento para prepararnos y volar a Las Vegas.

El simple hecho de ir a hacer un poco de deporte (aquí le llamamos ‘matarnos’) ha sido algo… como diría yo… triste, alegre, bonito, ‘romántico’… He salido hacia las 6 y veinte hacia el polideportivo. Solo. Yo y mi música; observando con detenimiento el lugar en el que estaba. Una sensación de soledad realmente ‘bonita’.

Después de hacer deporte he salido del polideportivo y en vez de ir por el camino habitual, o sea, más corto hacia el apartamento, he decidido dar una vuelta más larga y recorrer algunos de los lugares más frecuentados del campus. Esto ha sido entorno a las 7 y veinte de la mañana. He paseado por la avenida principal del campus, que conecta la Back Entrance con la iglesia en los Sunken Gardens. Ha sido uno de esos momentos en los que la cabeza piensa a más velocidad de la que uno puede asumir, recordando momentos que cuando los vivías jamás pensarías que los volverías a revivir aunque sea dentro de tu cabeza. Una de esos momentos en los que un solo ‘click’ dentro de ti te hace llorar, hasta ese momento había conseguido evitarlo (estúpida manía de evitar el llanto por otra parte, deberíamos aprender a llorar…). El momento más ‘dificil’ ha sido cuando he pasado por delante del edifico de business, el Hilton, recuerdos de clases y demás ratos… en este momento no he podido evitarlo y algunas lágrimas me han abandonado.

Como he dicho: Yo. Mi música. Y mi hogar durante los últimos meses de mi vida.

Una canción para esta hora cualquiera de un día cualquiera de un mes cualquiera de un año cualquiera en una universidad cualquiera de una ciudad cualquiera de un lugar cualquiera de entre las 6:20 y las 7:20 de un 11 de mayo de 2007 en Loyola Marymount University en Los Angeles, California. No hay que buscar el por qué de algo cuando el algo es el por qué: ‘Mexico’ de Incubus.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Los sitios vienen y van, pero las vivencias las recordarás para siempre. Y eso es lo que importa Asier.
Estoy seguro que recordarás cada uno de los momentos allí vividos el resto de tu vida.
Buen viaje a LV y seguid disfrutando a lo grande!

Javier Hernández dijo...

te entiendo perfectamente tio. Muchas experiencias y mucho de todo por ahí. Lo mejor es que no lo vas a olvidar nunca y se te va a quedar grabado en la retina. Experiencia yankiee forever.
Pero bueno tio, las cosas buenas sabes que muchas veces se acaban. Pero seguro que vendrán otras mejores...

Abrazos y disfrutad!

Anónimo dijo...

Bonito post... buen viaje!

Anónimo dijo...

...so why couldn't you have met me half way...

no tengo palabras, solo buen viaje y disfruta de lo q te queda!!

no se q me pasará si algun dia tengo q dejar barcelona...

muuuuaaaaaa!